Por azar, me encontré con esta sorprendente miniserie de la BBC basada en el libro de más de 1000 páginas  ‘Pétalo carmesí, flor blanca’ de Michel Faber. De su obra dijeron que era aquella que Charles Dickens hubiese querido escribir si hubiese tenido absoluta libertad creativa. Frente a lo que pueda parecer, por el retrato que realiza de la sociedad londinense victoriana, Feber es un autor contemporáneo que publicó esta obra en el 2002.

En los 4 episodios de los que consta, ‘The crimson petal and the white’ nos cuenta la historia de Sugar, una prostituta que se convierte en leyenda en los bajos fondos, cuya madre regenta un burdel. Inteligente y refinada, de alta pluma y baja cama, la joven soporta su trabajo escribiendo ‘El libro del odio’ donde fantasea con asesinar y torturar a sus clientes.

Paralelamente, conocemos a William Rackham, un pusilánime hombre de negocios, también con aspiraciones literarias cuya esposa, anoréxica e inestable, rechaza el sexo y enloquece a ojos vista. Un día William coincide con la mítica Sugar y, cuando estos dos mundos se cruzan… la sórdidez del burdel nos parecerá un resort caribeño comparado con lo que nos queda por ver.

La historia atrapa, pero la atmósfera hipnotiza. El ambiente pútrido y oscuro del lupanar contrasta con el lujoso y luminoso de la mansión victoriana y de los campos de lavanda, pero, a medida que avanza la historia, éste último se nos revela, si cabe, más infecto y claustrofóbico.

Romola Garai pone cinismo y ternura a Sugar. Antes de enfundarse el corsé y lucir miriñaque pudimos verla en… ¡Dirty Dancing 2!

Por su parte, Chris O’ Dowd, en lo que es un cambio de registro espectacular, ha protagonizado The it crowd. Y sorprende gratamente una avejentada Gillian Anderson, en el papel de la aterradora madame de burdel, muy alejada de la añorada Scully.