A Javier le ha pasado lo que a muchos, se ha quedado sin trabajo. Según reza este spot, al principio no pasó nada, es decir, que él vivía la vida alegre y despreocupado y seguía tomándose sus cañas, como no tenía que madrugar… Pero un día, presumimos que se le acaba el paro, y entonces….  dejó de  salir, ofendido porque sus amigos siempre terminaran invitándole. Frente a lo que pueda parecer por su situación económica actual, Javier es el alma de la fiesta y sus colegas hacen con él lo que él haría, es decir, no pagarle la birra para que no se ofenda. Pero para que siempre tenga el vaso lleno, cuando se descuida, los colegas cinco estrellas le echan en el vaso un culín del botellín de cada uno, es decir, sus babas.

Javier en un principio, como haríamos todos, mira con recelo el vaso lleno que, a pesar de componerse de los restos de los demás, presenta un aspecto muy apetecible, de caña tirada por los mejores cerveceros de Madrid. Un amigo le mira como diciendo: ‘anda, que te has metido a la boca cosas peores’. Él, sonríe condescendiente y brinda con gusto al descubrir el engaño mientras suena ‘Shine on’  de The Kooks.

Un ejemplo de la agencia Sra. Rushmore de cómo la publicidad se adapta a la situación social, en el que los amigos te quieren por lo que eres y no por lo que tienes y tal, pero concretamente con esta idea de hacer beber al pobre desempleado las babas de los demás, se han pasado un poco, ¿no? ¡Babas para uno y birra para todos!